Saber para quién y para qué es un wiki te ayudará a definir su estructura. ¿Es para un equipo específico? ¿O para toda la empresa? Saber esto desde el principio es lo que hace que tu base de conocimiento sea leída.

¡Tu organigrama puede definir la estructura de tu wiki! De hecho, el 80% de los usuarios de Slite eligen organizar sus wikis por departamento. Estos wikis son fáciles de entender y navegar, especialmente si buscas algo dentro de tu propio equipo o departamento.

La elección perfecta para empresas que quieren romper barreras, eliminar silos y liberar el poder de la información. Puede llevar más tiempo configurarlo, pero facilita encontrar información y fomenta la colaboración entre equipos y departamentos.

Cuando estés satisfecho con lo que tienes, invita a algunos interesados para ayudar a probar y perfeccionarlo. Recuerda: una gran base de conocimiento es como un jardín comunitario próspero: si todos aportan, todos cosechan los beneficios. Así que: feedback, iterar, probar, repetir.

Slite es la base de conocimientos impulsada por IA que automatiza la creación, gestión y búsqueda de información confiable de la empresa. Los equipos en crecimiento pueden acceder instantáneamente a su conocimiento simplemente haciendo preguntas, cuando y donde lo necesiten. Aprovechando acciones sugeridas por IA y potentes funciones de gestión del conocimiento, Slite garantiza que la información de la empresa se mantenga relevante y siempre actualizada, sin esfuerzo. Más de 200.000 empresas confían en Slite como su única fuente de verdad en la que todo el equipo puede confiar.
Una base de conocimientos es un lugar centralizado para toda la información útil a la que tu equipo o clientes pueden recurrir cuando tengan una pregunta. Es la culminación de toda la documentación de tu empresa. Es muy importante tener una base sólida porque ayuda a reducir reuniones y fomenta una cultura de autoservicio de la información. La información en una base de conocimientos siempre está disponible, es rentable de mantener y reduce el tiempo de respuesta a las preguntas en gran medida.
Una base de conocimientos, en esencia, es una herramienta para comprender. Sus componentes clave deben reflejar cómo piensan y aprenden las personas. Primero, incluye una introducción clara: ¿para qué sirve esta base? Luego, categoriza la información lógicamente, quizá imitando la estructura del problema que resuelve. Incluye siempre ejemplos: las personas aprenden mejor con casos concretos. Y finalmente, una sección de preguntas frecuentes o resolución de problemas.
La efectividad de una base de conocimientos depende de su utilidad. Incluye guías completas, preguntas frecuentes detalladas y pasos de resolución de problemas. Pero no te limites solo al texto. Los humanos somos visuales: vídeos, diagramas e infografías pueden transmitir información compleja más eficazmente que los párrafos. Recuerda, el objetivo es empoderar al usuario.
La simplicidad es clave. Organiza tu base de conocimientos como un buen libro de texto. Empieza por los conceptos básicos y avanza hacia temas más complejos. La categorización es vital: agrupa temas similares. Incluye una función de búsqueda robusta. Y nunca subestimes el poder de un buen índice y encabezados claros.
Piensa como un usuario. Usa un lenguaje claro y conciso. Evita la jerga a menos que sea estándar del sector, y aun así, explícalo. Los artículos deben ser fáciles de escanear: usa viñetas, encabezados y texto en negrita para la información clave. Los enlaces a artículos relacionados pueden ayudar a los usuarios a profundizar. Por último, recuerda que escribir bien es reescribir. Siempre refina y simplifica.
Una base de conocimientos estática es una base muerta. Implementa un proceso de revisión regular. Anima a los usuarios a dar feedback: ellos te dirán qué falta o está desactualizado. Además, mantente al tanto de las tendencias del sector y actualiza tu contenido en consecuencia. No se trata solo de añadir información nueva; también de eliminar lo obsoleto.
Lo que se mide, se gestiona. Haz seguimiento de estadísticas de uso: vistas de página, términos de búsqueda, tiempo en las páginas. Solicita feedback de los usuarios regularmente. Mide también los impactos indirectos: ¿Disminuyen las llamadas de soporte? ¿Aumenta el uso del producto? El éxito no está solo en los números; está en las historias de cómo tu base de conocimientos resolvió problemas reales.
El mayor error es asumir que sabes lo que los usuarios necesitan. Mantente enfocado en el usuario. La sobrecomplejidad es otra trampa. Mantenlo simple. Descuidar las actualizaciones regulares es una muerte lenta para una base de conocimiento. Y nunca subestimes el reto de mantener un contenido claro, conciso y atractivo. Es un esfuerzo continuo, no una tarea de una sola vez.